El cambio y la incertidumbre en los equipos de trabajo

Recomendaciones para lideres que navegan en medio la crisis actual

By Jose Medina

Sin lugar a duda estamos enfrentando la mas grande crisis social y económica a causa de la pandemia del COVID 19, que de manera inesperada ha afectado no solo la salud de las personas, su percepción de bienestar, seguridad y confianza, transformando incluso los estilos de vida y reorganizando drásticamente las prioridades, sino también dejando una estela dramática en el escenario económico.

En este contexto, los líderes deben sortear enormes retos de cara la propia sostenibilidad de las organizaciones, no solo a nivel estratégico y de toma de decisiones, sino tal vez el más subvalorado, el nivel emocional, tanto en el plano personal como de los mismos equipos de trabajo. Por tanto, aquí te presentamos algunas recomendaciones que te pueden ayudar a afrontar esta crisis.

  • La resiliencia, una dimensión central del liderazgo: La dirección de las organizaciones en medio de este nivel de incertidumbre genera la necesidad del líder por cambiar la mentalidad de los colaboradores, de una centrada en el “hoy”, orientada exclusivamente a la solución de problemas, la atención de la contingencia y el micromanagment, a una mentalidad del “mañana”, visualizando la luz al final del túnel, en donde más allá de la crisis, el líder incentiva a sus equipos a explorar nuevas oportunidades, fuentes de crecimiento, y la construcción de nuevos modelos de negocio, que respondan a las nuevas necesidades, generando una organización evolucionada, que capitaliza el aprendizaje de la actual crisis, colocándola en una posición privilegiada en la reactivación económica.   

La confianza es un activo valioso y algunas veces escaso, que se gana en la medida en que el líder sortee hábilmente los desafíos

  • La confianza en el líder como activo para la recuperación económica: Mas que nunca se necesita de lideres inspiradores, que generen la confianza necesaria para motivar a los equipos a dar lo mejor de cada uno para salir de la crisis. Esta confianza es un activo valioso y algunas veces escaso, que se gana en la medida en que el líder sortee hábilmente los desafíos. Para generarla, es preciso cultivar relaciones ganar-ganar o, en otras palabras, mutuamente beneficiosas para todos los stakeholders. Por otra parte, debido al cambio en los hábitos de vida y nuevas necesidades que ha traído la pandemia del CORONAVIRUS, la confianza, se puede gestionar a través de cuatro dimensiones, la física, emocional, financiera y digital (Ver figura). Por ejemplo a la hora de generar confianza en los equipos, es fundamental que el líder desarrolle estrategias para hacer seguros los espacios de trabajo, haciendo un esfuerzo significativo para lograr la contención del virus; en el escenario emocional, es importante entender los sentimientos y preocupaciones de los trabajadores por su bienestar, el de sus familias y la incertidumbre que nos invade, allí es clave reforzar los programas de riesgo psicosocial y fortalecimiento de habilidades asociadas a la inteligencia emocional, el manejo del estrés y los estilos de afrontamiento. Otro ejemplo, en la dimensión financiera, es el esfuerzo del líder por proteger los puestos de trabajo, incluso por encima de preservar las ganancias de la empresa. Para el caso de la dimensión digital, este canal se ha reafirmado en todos los escenarios de la organización, y para los equipos es indispensable dotarlos de las herramientas adecuadas, confiables y brindándoles medidas de seguridad para sostener la continuidad del negocio.
  • Liderazgo a distancia, el trabajo remoto como nueva variable de la gestión del desempeño:  Sabíamos que la inmersión digital del trabajo llegaría tarde o temprano, sin embargo, nadie sospechaba que se impusiera de esta forma tan abrupta, sin tiempo para los planes detallados y parsimoniosos de gestión del cambio. Esta nueva realidad en la que los equipos están dispersos en sus casas representa un reto para los lideres que no estaban familiarizados con esta modalidad de trabajo, que además deben equilibrar la exigencia y la sensibilidad por la actual situación. Lo primero es tener claro lo que esperas del equipo en esta etapa transitoria de confinamiento, determina en conjunto los objetivos y el tiempo y forma de evaluar los resultados, proporcionar los recursos necesarios y tener un adecuado seguimiento. Si identificas un bajo rendimiento, profundiza mediante conversaciones abiertas con el colaborador, validando la naturaleza del problema, el teletrabajo representa desafíos técnicos, de autogestión y en muchos casos temas familiares o personales que están siendo exacerbados en medio de esta crisis. Lo más importante es NO evitar la confrontación, en esta etapa es fundamental una adecuada retroalimentación que reencause el desempeño, influye en que las acciones para resolver los problemas provengan del mismo colaborador. En todo caso es indispensable resaltar la corresponsabilidad del equipo sobre los resultados y el éxito de la organización.

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