Nuestras organizaciones nunca han enfrentado un reto de las proporciones de la actual emergencia sanitaria a causa de COVID-19. Ante este escenario el gobierno nacional a previsto una enorme cantidad de requerimientos y obligaciones para que las empresas pueda reactivar sus actividades económicas de forma progresiva, conteniendo al máximo el riesgo de contagio del virus en trabajadores, clientes, proveedores y el público en general.

Sin embargo, en las organizaciones y especialmente en los equipos de Seguridad y Salud en el Trabajo se cuenta con poca o ninguna experiencia en riesgos biológicos y menos en eventos pandémicos, por tanto es indispensable planificar un adecuado seguimiento y verificación del cumplimiento de los Protocolos de Bioseguridad definidos, además de las medidas de control establecidas según las particularidades de cada empresa, como medidas administrativas, prácticas de trabajo seguras, controles de ingeniería, y la disposición y uso de elementos de protección personal. Estas acciones permitirán verificar el cumplimiento, tomar acciones de mejora y blindar a la organización ante requerimiento de entidades de control.